El Palacio de Westminster es una de las principales atracciones de Londres. Con su majestuosa y austera fachada, adorna la margen izquierda del Támesis, desde donde comienza el barrio homónimo de la ciudad. El Palacio de Westminster actualmente no es solo un famoso monumento de historia y arquitectura. El palacio alberga el Parlamento del país. Numerosas reuniones de ambas cámaras (Lores y Comunes) se llevan a cabo en los majestuosos interiores de los palacios.
El Palacio de Westminster, cuya foto se puede encontrar en todas las guías turísticas, sigue impresionando invariablemente cuando te encuentras en vivo por primera vez. El magnífico edificio con una longitud de 300 metros cubre un área de más de 3,2 hectáreas. Hay más de 1200 locales diferentes en este vasto territorio. Al dar un paseo por el castillo, vale la pena considerar que la longitud total de los pasillos es de unos cinco kilómetros, y también que tendrás que superar 100 escalones en el camino.
Inicialmente, el edificio fue construido como un palacio para la vida de los monarcas, pero después de un incendio en 1834, muchas habitaciones y edificios se deterioraron. Luego se reconstruyó el Palacio de Wesminster.en un nuevo proyecto, que se hizo en estilo gótico. La antigua arquitectura medieval del palacio se ha conservado en la sala de recepción más hermosa, que se llama Westminster Hall. La Torre de las Joyas única también sobrevivió. Los arquitectos lo diseñaron y construyeron específicamente para que el tesoro de Eduardo III estuviera bajo una protección confiable.
El Palacio de Westminster que existe hoy en día tiene un diseño muy peculiar e interesante. El diseño inusual del interior está asociado con un incendio que inutilizó algunos edificios. La parte principal de las estructuras dañadas pero no destruidas fue restaurada e incluida en el proyecto de construcción del nuevo palacio.
El Palacio de Westminster es famoso por sus dos torres que enmarcan su fachada desde el norte y desde el sur. La torre del reloj, conocida por muchos como el Big Ben, es el principal símbolo de la capital de Gran Bretaña. Este es el reloj principal del país. La Torre Victoria al otro lado del palacio sirve como entrada al edificio para la familia real. Durante las sesiones parlamentarias, es costumbre izar la bandera nacional en él.
Un hecho notable sobre el palacio: no es solo un museo. Alberga reuniones del Parlamento, cuya apertura anual se ha convertido en una de las tradiciones favoritas de los británicos. La propia reina participa en la ceremonia solemne.
Actualmente, el edificio del palacio está disponible para que lo visiten los turistas. Hasta 2004, esto estaba prohibido por ley. Ahora, durante las vacaciones del Parlamentomiles de turistas de todo el mundo tienen la oportunidad de pasear por los pasillos y pasillos del majestuoso palacio y ver las instalaciones en las que se está gestando la historia de una gran potencia hasta el día de hoy.
La arquitectura única y la rica historia atraen a miles de turistas a Londres cada año. El Palacio de Westminster ocupa un lugar importante en la lista de principales atracciones y no deja indiferente a nadie que lo haya visitado alguna vez.